viernes, 3 de octubre de 2008

Por una camisa....

Amalia siempre creyó a los ojos como la puerta al alma... Más allá de las palabras escritas... Lo creía en realidad por las inscripciones...
Esa mañana, el viento voló los minutos...
El cabello en su rostro fue un motivo para sonreir... Cualquier motivo es causante de sonrisas en Amalia... Pero no las derrocha...
Llegó... Tarde... Mas bien a tiempo... Justo...
Sabe ser amable y cordial al saludar... Aunque sea un desconocido...
Pero esta vez, no pudo ver a los ojos... El alma era ajena al cuerpo...
Miró algo concreto que la transportó a él...
Porque en eso Amalia se parece... o diferencia al resto... Recuerda los detalles externos cuando ama lo interno...
Los propios ojos de Amalia... Su alma... Recordaron la última vez que miró la puerta... y no cerró...

A veces no es necesario buscarte... te apareces en puntapiés en ciertos objetos...

2 comentarios:

Adrian Orellano dijo...

maga esto es muy bueno.Me ha encantado!!!
me encantó.

pio dijo...

Me duele el codo.
Me duele el alma.